Vivo y trabajo en la localidad de Matanzas, región Bernardo OHiggins. Soy recolectora de restos de cosas que encuentro en mi cotidiano rural. Investigo viviendas en estado de ruina y alrededores, donde encuentro materiales relacionados al mundo doméstico: alambres, espejos rotos, astillas, vidrios, cauchos, telas, papel mural, latas, zinc, cementos, baldosas… Materiales derruidos por el paso del tiempo y el abandono. Me interesan los fragmentos que conservan sus “señas locales”, es decir, pueden estar quemados, agrietados o con fisuras, oxidados, pintados, quebrados, empapelados, rayados, clavados, cubiertos de polvo o desintegrados. Son piezas únicas que exudan su historia y memoria, y que se caracterizan por su fragilidad, equilibrio y misterio.