ChilArte

Los maestros Wifredo Lam, Matilde Pérez y Nemesio Antúnez son los invitados especiales del quinto ciclo expositivo

Entre el 9 al 22 de septiembre nuestra sala ubicada en Parque Arauco, la ceramista Sofía Donovan compartirá espacio con los artistas Matilde Pérez, Wifredo Lam y Nemesio Antúnez (Aninat Galería), como parte de la participación especial de la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo (AGAC) de Chile. Junto a ellos, estarán exponiendo nueve de los 100 artistas seleccionados por convocatoria.

El quinto ciclo expositivo de CHILARTe tiene como invitados especiales a los maestros Matilde Pérez, Wifredo Lam y Nemesio Antúnez, representados por Aninat Galería, así como a la ceramista Sofía Donovan, cuya obra explora la materialidad a través de formas orgánicas que habitan tanto en nuestro inconsciente como en la naturaleza.

La exposición presencial de estos artistas tiene lugar del 9 al 22 septiembre en el Local 481 del Distrito de Lujo, Parque Arauco, en Santiago de Chile, y a través de nuestra plataforma online. En nuestra tienda (www.chilarte.art/tienda) se podrán adquirir las obras de los artistas invitados, así como de otros 100 seleccionados por convocatoria.

Matilde Pérez, Sin Título, 1975, grabado (papel troquelado). Ed. 125/150, 68,5 x 90 cm (con marco). Cortesía: Aninat Galería

Una maestra, dos maestros

Matilde Pérez (1916-2014), pintora y escultora, es una de las principales exponentes del arte cinético chileno, vinculada a experiencias que vienen de la ciencia y de una rigurosa investigación. Su obra se genera y se concibe dentro de un pensamiento cercano al estudio de los principios de la física cuántica, los fenómenos lumínicos y de la percepción.

“Nada es casual en la obra cinética de Matilde Pérez, como su concepto de la luz y su particular uso del color en cuanto vibración pura que se debe controlar para abrir nuevas puertas a otras experiencias que el ojo humano puede descubrir”, señalan Morgana Rodríguez y Manuel Basoalto.

“Las obras de Matilde Pérez reclaman ser vistas desde muchas perspectivas simultáneas o individuales: desde la profundidad, el movimiento o del cambio permanente de la luz, el reflejo y el color. En sus secuencias lumínicas operan otros desafíos: estas responden a una base ordenada desde las matemáticas que establecen formas geométricas. Es allí donde la obra se completa en el ojo del espectador. Otra característica de la artista es que no titula sus obras, prefería que frente a sus creaciones nadie fuera inducido ni sesgado, que cada uno tuviera una percepción libre. Le gustaba que sus obras tuvieran siempre nuevas posibilidades y dimensiones de interpretación”.

Nemesio Antúnez, Cinta Rosa, grabado (litografía), 56 x 76 cm. Cortesía: Aninat Galería

Nemesio Antúnez (1918-1993), arquitecto, pintor y grabador chileno, desarrolló en Chile una significativa labor docente destacando en la creación del Taller 99 en el año 1955 y la fundación de la Escuela de Artes de la Universidad Católica de Chile en 1959, además de asumir dos veces la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes de Chile. Muchos de los temas que desarrolla el artista en sus obras están relacionados con su propia biografía y vivencias. Nemesio Antúnez observó los hábitos humanos y, especialmente, las relaciones de pareja; ello se puede apreciar en la serie de Tangos y Camas. En estas obras retrata la intimidad de pareja, el abandono y entrega en el otro, la abstracción y comunión con la pareja.

Wifredo Lam, S/T, grabado (aguafuerte), 49,8 x 65,6 cm. Cortesía: Aninat Galería

Wifredo Lam (Cuba, 1902-París, 1982) es considerado uno de los máximos exponentes del surrealismo en Latinoamérica. Lam pasó la mayor parte de la segunda Guerra Mundial en el Caribe, junto a Calude Lévi-Strauus, André Masson, y André Breton (a quien le ilustró su poema en 1940). Eventualmente en 1941 Lam logró volver a la Habana. Su primer año en Cuba marcó un momento crucial en su desarrollo artístico, dado que fue introducido a las teorías de Carl Jung, y ya a fines de 1942 había empezado a pintar su poderoso cuadro La Jungla. La exploración de lo mítico en las imágenes, junto con su contacto con el arte contemporáneo de Nueva York, terminaron generando su propio estilo, siendo este una mezcla del Surrealismo y Cubismo, junto con los espíritus y formas del Caribe.

Sofía Donovan, Esencia roja, 2019, cerámica esmaltada, 43 x 47 x 44 cm. Cortesía de la artista

Sofía Donovan. Una cerámica errática, anómala e inquietante

En las obras de Sofía Donovan, la tensión del proceso y el contraste entre estilo y experimentación son evidentes. Sus cerámicas podrían ser experimentadas como erráticas, anómalas e inquietantes, ya que transgreden la presencia normativa de los espacios cotidianos y revelan la esencia de una nueva organización de lo orgánico.

“Mi trabajo siempre trata sobre el estado más puro e inconsciente de la naturaleza humana en oposición al artificio de la civilización. Mi práctica interroga el interior psicológico de un cuerpo biológico y transitorio. Me interesa el paso del tiempo, el momento en que la forma está a punto de precipitarse en el proceso irreparable de la disolución”, dice Sofía Donovan (Buenos Aires, Argentina, 1972 – nacionalizada chilena. Vive y trabaja en Chile desde 2003)

Sus búsquedas más recientes están motivadas por la fascinación en la potencialidad destructiva de la naturaleza y el tiempo, en cómo los restos del pasado se convierten en símbolos de transitoriedad, permanencia, caída y soledad. “Símbolos por antonomasia de la transitoriedad, las ruinas son las metáforas que me interesan en esta etapa. Las ruinas en relación con la memoria individual y personal del paso del tiempo”, expresa.

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