Estos son los artistas seleccionados para el octavo ciclo
Del 21 de octubre al 10 de noviembre, CHILARTe, la primera feria de arte presencial en pandemia de Chile, presenta su octavo ciclo de exposiciones, en el que participan las y los artistas Massiel del Mar, María Elena Naveillán, Mario Rasso, Mauro Pesce, Mario Lagos, Marcia Bravo, María José Vega, Margarita Garcés, Marilú Ortiz de Rozas y Macarena Salinas. Sus obras estarán expuestas en nuestra sede (Local 481, Distrito de Lujo, Parque Arauco, Santiago de Chile), y también se pueden ver y adquirir en la plataforma web www.chilarte.art, junto a las del resto de artistas seleccionados por convocatoria abierta e invitados especiales.
La inauguración es el sábado 23 de octubre a las 11:00 horas.
En este nuevo ciclo expositivo de la feria también se presenta como invitada especial a la artista María Angélica Echavarri.
En la obra de Macarena Salinas existe un misterio en el sentido de lo que pasa en la ejecución, de la gestualidad que queda en la obra, del momento en que fue hecha la obra, del accidente, la marca, la seña, de lo inesperado que pasa con los materiales al momento de trabajar. El círculo, quizás la figura más recurrente de su trabajo, adopta, dependiendo del medio (materia y herramienta) que utilice la artista, distintas apariencias, unas más expresivas otras más contenidas. “Este ‘circulismo’, sin comienzo ni final, es coherente con mi método de trabajo: reiterar sin un propósito claro, oculto, una acción básica y del momento, un mantra quizás, una imagen muy concreta (geométrica) y, a la vez, muy ambigua y de múltiples connotaciones”, dice la artista.
Marcia Bravo Mercado, artista que ha participado en exposiciones colectivas como “Chile Modern Art in UK”, en la Norman Plastow Gallery, en Wimbledon, trabaja con elementos compositivos sobre el plano que exploran la tensión entre lo figurativo y lo abstracto. Más de la mitad de su obra está inspirada en la recolección de materiales de desecho, que en la intimidad de su taller se transforman en piezas con un discurso que trasciende la estética funcional, para realzar la reutilización y el reciclaje “como una alternativa para producir arte”.
Según la artista, “se trata de concienciar a la sociedad sobre el daño que causan los residuos debido al consumo desmedido y la importancia de reutilizar, cambiando la apariencia de los materiales iniciales para darles una nueva vida”.
Con estudios en diseño por la Universidad Católica de Chile, y talleres de pintura y arte contemporáneo con Carlos Maturana (Bororo), Concepción Balmes y Arturo Duclos, Margarita Garcés ha posicionado su obra en exposiciones en espacios como Galería La Sala, Galería Artespacio y Galería Animal, todas en Santiago de Chile. También ha expuesto su obra en ferias como Art Málaga (Málaga, España) y Scope (Basilea, Suiza), y en exposiciones colectivas como “Mimesis: cartografías y paisajes”, en la Universidad Autónoma de Chile, y en Galeries du Aut Marais (París, Francia).
“El momento histórico que estamos viviendo me ha llevado al concepto de palimpsesto, que es un manuscrito que se ha borrado, para volver a escribir un nuevo texto, generando un nuevo resultado”, explica sobre su obra. “Capas de pintura superpuestas generan un nuevo paisaje. Utilizo dorados y colores luminosos en capas de pintura que van tapando lo anterior”.
María Elena Naveillan estudió Arte con mención en pintura en la Universidad Católica (1984-1988) y ha efectuado tutorías con Arturo Duclos (2003 y 2008/9) y con Eugenio Dittborn (2005/6). Ha participado en una veintena de exposiciones colectivas e individuales en Chile y en el extranjero, en instituciones privadas y públicas. Entre los concursos que ha ganado, destaca «Emprendiendo vuelos», organizado por Galería La Sala, que le permitió exponer en la Embajada de Chile en Estados Unidos (2007). También ha participado en las ferias Ch.ACO (2010, 2014, 2015 y 2018), Art Miami (2013), Art Lima (2015), y Feria Mapa Buenos Aires (2019), y en la Bienal de Arte Contemporáneo de Buenos Aires (2018).
Con una obra que alude a la creación del ser en el Universo, y a la emergencia del lenguaje como su fundamento de vida, la artista cuestiona y pone en tensión la palabra y sus unidades básicas, las letras, en diversos alfabetos. Se combinan vertiginosamente al interior del globo terráqueo de donde emergieron, o se elevan para refundar otros mundos.
María José Vega, Licenciada en Artes por la Pontificia Universidad Católica de Chile, continuó sus estudios de dibujo y expresión artística en la Academia de Arte de Barcelona, España. Entre sus exposiciones colectivas destacan ArteEspacio Joven, 2020 en la galería Artespacio, y feria de arte Art Stgo 2019. Ha participado en las ferias de arte Centro Cultural Palacio la Moneda y Bazart UC. Ha sido seleccionada dos veces con mención honrosa en el concurso de acuarela Hardy Wistuba.
Las obras que presenta en CHILARTe parten de una investigación volumétrica del pliegue como rasgo aislado, al que se aproxima desde la cerámica. La artista alude al plegado del papel u origami, presentando un desplazamiento del material utilizado: papel por cerámica, que no sólo reemplaza el método de construcción (plegar una hoja), sino también altera completamente la perdurabilidad del mismo. La cerámica permite al objeto persistir e inmortalizar su condición antes transformable. La acción ahora inmutable registra el proceso, siendo el pliegue la representación visual del gesto minimalista para fijarlo luego de que este haya sucedido.
Periodista, escritora, curadora, fotógrafa. Marilú Ortiz de Rozas Ojeda ha recorrido el mundo trabajando para diferentes ONGs y Organismos Internacionales dedicados a la infancia, la naturaleza y las poblaciones vulnerables. Ha publicado cientos de fotografías en revistas, diarios, libros, en Chile y en el extranjero. Llevó a cabo dos libros con fotografías sobre Centroamérica para las Naciones Unidas, editados en Ginebra (1992) y Nueva York (1993).
«Me apasiona una fotografía que habla del mundo que nos rodea, ya sea de las personas que lo componen, de sus hábitats y oficios, así como de la naturaleza todopoderosa que los alberga y que desaparece ante nuestras narices. Desde esta perspectiva, la fotografía adquiere un carácter testimonial: de un paisaje que está replegándose, pues los bosques están cayendo, las lagunas secándose, los hielos fundiéndose; de una etnia amazónica que está en proceso de aculturización; de un pueblo en la Patagonia que pierde uno a uno sus habitantes; de un pajarillo endémico cuyas horas de vuelo están contadas”, explica la fotógrafa.
Mario Lagos investiga y experimenta la relación entre palabra e imagen desde las artes visuales. De aquí surge su interés en el libro de artista como el gran archivo de su obra, símbolo del saber, el origen de la palabra y el compendio de las culturas, el reflejo y escritura de la memoria. A partir de la lógica documental, los archivos y testimonios, reelabora las tramas de lo que la memoria fija mediante la inscripción de lo que tacha, cubre, vela, borra, hunde, entierra, tapa y reproduce. “La memoria en mi obra está relacionada con el espacio físico y el paisaje como un peso y una presencia fantasmagórica por medio de las imágenes. La pintura permite desde su materialidad estos procesos”.
Las pinturas que presenta en CHILARTe son por una parte el archivo, la imagen reproducida-intervenida, y por otro lado el paisaje como reproducción del lugar, con sus procesos arqueológicos, en especial físicos, que afectan la memoria y la historia.
Su obra se encuentra en las colecciones del Museo de Arte Moderno de Mallorca, España; Gallus Theater, Frankfurt (Alemania); Museo colección OEA, Washington; Museo de Arte Moderno de Chiloé (Chile); Museo de Artes Visuales (MAVI), Santiago; Museo del Libro y las Artes del Papel, Sevilla, España; Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos, Santiago de Chile; y Colección Galería Gabriela Mistral (Chile), entre otras.
Mario Rasso es el alias de Javier Valenzuela Ibáñez. Lo usa para separar su vida personal de la artística. Mario proviene de su lado paterno, puesto que su bisabuelo, abuelo y padre, todos fueron bautizados con ese nombre. Rasso, en cambio, asciende desde su lado materno, en homenaje a su bisabuela Rosa Rasso Rebossio.
Fue su madre quien le cultivó indirectamente la pasión por la fotografía, pues ella supo captar, a través de una cámara, la historia familiar, sentimientos y emociones propias del entorno en el que Javier creció. Desde el punto de vista técnico, aprendió mucho de Giovanni Rocca, un fotógrafo cercano a la familia. Sin embargo, la incertidumbre por el resultado de las imágenes obtenidas y los extensos procesos de revelado, sumados a la inquietud e impaciencia propia de la niñez, casi logran truncar su pasión.
Fue necesario que pasaran veinte años para que los avances tecnológicos de la fotografía digital le permitieran canalizar sus energías, talento e interés en la captura de instantes únicos y situaciones cotidianas en numerosas partes del mundo. Rasso retrata en blanco y negro la energía de lo urbano, de lo callejero y la riqueza de la diversidad cultural.
Massiel Del Mar es artista visual multidisciplinaria. Estudió Artes Visuales en la Pontificia Universidad Católica de Chile y Arte Contemporáneo en RCA (Royal College of Art) de Inglaterra. Su trabajo como artista surge de la investigación en torno al proceso manual de intervención del material en un diálogo entre los afectos, lo femenino y la naturaleza. Actualmente está desarrollando una serie en torno al papel transparente y el hilo de coser. Anteriormente ha investigado materiales diversos desde plásticos reciclados hasta porcelana, textiles y acuarela.
Pucón, el histórico paso fronterizo, toma su nombre de la lengua mapudungún. Podríamos traducirlo como “entrada a la cordillera”. Estas cinco fotografías de Mauro Pesce son parte de un proyecto que cruza esa entrada para retratar el paisaje natural que habita el otro lado. En Pucón avanzan los asentamientos humanos y retrocede lo salvaje, cuyos rincones son mapeados, sus visitas reguladas y sus procesos alterados por la actividad humana. Sin embargo, Pucón todavía representa el acceso al lugar donde aún se preserva una naturaleza relativamente inalterada, gracias a la hostilidad de las montañas y a que grandes extensiones de territorio han sido protegidas.
“Persigo el momento en que la luz y los elementos se reconfiguran: cuando aquello que antes parecía monótono o vulgar se transforma y adquiere un carácter espectacular –como sucede durante el crepúsculo con las grandes vistas de altura– o nos remite, con su composición, a otros medios –a una pintura impresionista o un grabado japonés– o nos impone una singular belleza, capaz de transmitir calma o quietud, o de provocar asombro desde su sencillez, nuestra insignificancia o su eternidad”, dice el artista.
María Angélica Echavarri: Ensayo y error
La serie Ensayo y error, de la cual son parte las obras en cobre que presenta María Angélica Echavarri en CHILARTe, nació de una búsqueda en cuanto a proceso y desarrollo de su proyecto escultórico.
“El error es parte del camino. El cuerpo de obra en cobre obedece a un desafío volumétrico materializado en el gesto de arrugar, de desechar, de arrojar lo que consideramos un error”, explica la artista, que toma como referente las hojas de una croquera, un espacio íntimo donde muchas veces ponemos nuestras ideas y proyectos. “Es simplemente un referente que elegí como una metáfora entre el ensayo y el error. Este último termina siendo lo importante del camino que recorremos en cualquier aspecto de nuestra vida. Las enseñanzas, la fortaleza, nacen ahí”.